jueves, 7 de febrero de 2013
aspectos de mi cuadro comparativo
CARACTERISTICAS DE UNA PERSONA CON ALTA AUTOESTIMA
▪ Asume responsabilidades
▪ Se siente orgulloso de sus éxitos
▪ Afronta nuevas metas con optimismo
▪ Se cambia a sí misma positivamente
▪ Se quiere y se respeta a sí misma
▪ Rechaza las actitudes negativas
▪ Expresa sinceridad en toda demostración de afecto
▪ Se ama a sí misma tal como es.
▪ No es envidiosa.
CARACTERISTICAS DE UNA PERSONA CON BAJA AUTOESTIMA
▪ Desprecia sus dones
▪ Se deja influir por los demás
▪ No es amable consigo misma
▪ Se siente impotente
▪ Actúa a la defensiva
▪ Culpa a los demás por sus faltas y debilidades y las mismas personas no se quieren.
sábado, 2 de febrero de 2013
aspectos de un alumno (niño) cuando tiene baja autoestima
Características del niño con baja autoestima.
• Tiene miedo a equivocarse.
• Tiene dificultades para relacionarse con lo demás.
• Busca constantemente llamar la atención.
• Se encuentra desmotivado y desilusionado.
• No se siente valorado por el resto de los niños.
• No suele sentirse satisfecho con sus logros.
• No valora sus capacidades.
• Se centra en sus fracasos.
• Se bloquea ante los problemas.
• Expresa sentimientos de forma negativa: “no puedo hacerlo”, “nadie quiere ser mi amigo”, etc.
• Tiene dificultades para relacionarse con lo demás.
• Busca constantemente llamar la atención.
• Se encuentra desmotivado y desilusionado.
• No se siente valorado por el resto de los niños.
• No suele sentirse satisfecho con sus logros.
• No valora sus capacidades.
• Se centra en sus fracasos.
• Se bloquea ante los problemas.
• Expresa sentimientos de forma negativa: “no puedo hacerlo”, “nadie quiere ser mi amigo”, etc.
Actitudes de los padres que debilitan la autoestima de los niños.
• Las críticas constantes. Es mejor decir a lo niños lo que deben
hacer, en lugar de lo que NO deben hacer. Por ejemplo: “No seas tan
desordenado y no dejes siempre la mesa sin recoger ” Vs “Recoge la
mesa, porque, si no, todo parecerá que está desordenado”. Hay que evitar
las frases negativas constantes, tales como: “eres un desastre”, “no
tienes vergüenza”, “eres un guarro”, etc.
• La indiferencia. Hay que considerar las opiniones del niño e incluirle en las conversaciones.
• La sobreprotección. Hay que dejar al niño que actúe por sí mismo.
• Las comparaciones con otros niños.
• Exigirle más de lo que pueden dar o menos de lo que son capaces.
• La indiferencia. Hay que considerar las opiniones del niño e incluirle en las conversaciones.
• La sobreprotección. Hay que dejar al niño que actúe por sí mismo.
• Las comparaciones con otros niños.
• Exigirle más de lo que pueden dar o menos de lo que son capaces.
Actitudes que fortalecen la autoestima de los niños
• Elogiarlos cuando hacen algo bien o cuando se aproximan a la
conducta deseada.
• Hacerles entender que los errores son normales, tanto en niños como en adultos, y que nos enriquecen, porque nos ayudan a no volver a equivocarnos y a valorar los aciertos.
• Demostrarles cariño.
• Dejarles participar en las decisiones y conversaciones de la casa.
• Sugerirles actividades que puedan hacer con facilidad.
• Cuando se portan mal, separar la actitud de la personalidad. Por ejemplo, evitar regañinas como ésta: “eres un desastre, un desordenado”, “así no llegarás a ninguna parte”; sería más apropiado: “no debes dejar las cosas tan desordenadas, sé que puedes intentarlo para la próxima vez, porque tú eres muy capaz”.
• Hacerles entender que los errores son normales, tanto en niños como en adultos, y que nos enriquecen, porque nos ayudan a no volver a equivocarnos y a valorar los aciertos.
• Demostrarles cariño.
• Dejarles participar en las decisiones y conversaciones de la casa.
• Sugerirles actividades que puedan hacer con facilidad.
• Cuando se portan mal, separar la actitud de la personalidad. Por ejemplo, evitar regañinas como ésta: “eres un desastre, un desordenado”, “así no llegarás a ninguna parte”; sería más apropiado: “no debes dejar las cosas tan desordenadas, sé que puedes intentarlo para la próxima vez, porque tú eres muy capaz”.
Cómo detectar que el niño tiene baja autoestima
El diálogo es fundamental para detectar posibles problemas de autoestima
en el niño, es necesario estar atentos a lo que nos cuenta. Debemos fijarnos en
lo que dice y piensa cuando habla de sus relaciones con los demás: si tiene
amigos, si su relación con ellos es sana, si no es necesario esforzarse
demasiado para que le incluyan en el grupo, si habla de forma objetiva de sus
fracasos y de sus logros. Otras veces hablan de cómo se ven a sí mismo, de si se
ven guapos, feos, buenos, etc.
Para actuar sobre la autoestima de los niños tenemos que ir poco a poco
intentando enseñarles cómo afrontar las situaciones que les resultan más
difíciles, a través de diferentes estrategias y estableciendo objetivos fácilmente
alcanzables.
A continuación vamos a poner una serie de ejemplos de actuaciones que
pueden elevar la autoestima de los niños ante problemas determinados:
- Cuando el niño tiene
problemas para relacionarse con sus compañeros. Es un problema común en
niños que tienen baja autoestima. Para ello, los padres deberán ir
fortaleciendo aspectos sociales del niño. Convendría a) invitar a algún
amigo a casa y proponerles una actividad divertida; b) elogiarle siempre
que manifieste deseo de hacer cosas con otros niños; c) acompañarle al
parque a intentar presentarle a niños de su edad; d) intentar que
participe en alguna actividad escolar; e) fortalecer sus cualidades a
través de elogios, etc.
- Cuando tiene complejos
físicos. En
este caso deberíamos intentar fortalecer otras áreas en las que destaque.
Si el niño tiene complejo porque se ve bajito, por ejemplo, deberemos
elogiarle otros aspectos como lo guapo que es, lo fuerte que es, lo bien
que hace las manualidades, etc.
- Cuando le insultan los
compañeros de clase. Intentar conseguir que los compañeros no le insulten es una tarea
complicada; resulta más eficaz enseñarle al niño a ignorar esos insultos y
a valorar sus cualidades. Los padres pueden intentar buscar algún plan
para llevar a cabo y ayudar al niño a llevarlo a cabo para darle mayor
seguridad.
- Cuando no participa en las
actividades. En
este caso podemos preguntar al niño qué actividades le gustan más hacer y
por qué hay algunas que no. Si nos dice, por ejemplo, “es que las
manualidades son un rollo, me parecen aburridas” , hacerle ver
que los demás niños se lo han pasado bien, e intentar buscar soluciones
para identificar las causas de por qué le parecen aburridas. Enseñarle a
incluirse en un grupo, a preguntar: “¿puedo jugar con vosotros?”,
explicarle las reglas de los juegos, elogiarle cuando participe en las
actividades, etc.
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